Inteligencia emocional y gestión de las emociones

Factores estratégicos en el liderazgo de equipos.

La tradicional idea de construir un “buen ambiente laboral” ya no es suficiente en el contexto actual del mercado de trabajo. Tampoco alcanza con mantener informado al colaborador de los valores, la misión y la visión de la empresa. Aunque es bueno invitarlo a opinar y ser parte, no es lo único que esperan las nuevas generaciones.

En los últimos años, las empresas debieron incorporar en sus estrategias la inteligencia emocional y la gestión de las emociones como factores relevantes para retener talentos y potenciar los resultados. Y si bien el estudio de las emociones y su implicancia en el ámbito laboral tiene ya un desarrollo de más de 20 años, hoy ya es indiscutible que, para alcanzar objetivos con éxitos, el bienestar en los ámbitos laborales o en la gestión de equipos de trabajo ya no es una opción, sino que es un requisito indispensable y que influye directamente en el rendimiento y en los resultados.

De esta manera, la incorporación y promoción de la inteligencia emocional y la gestión de las emociones de los equipos se convirtió en un desafío y en una cuestión estratégica no sólo para las áreas de recursos humanos sino también para quienes lideran organizaciones.

Daniel Goleman, padre de la inteligencia emocional, define a esta habilidad como “la capacidad de reconocer las propias emociones, así como las de otros, y de saber gestionarlas en las relaciones con los demás”. Lo bueno de esta habilidad es que, si no se la tiene de manera innata, se puede puede aprender y entrenar.

En ese sentido, Goleman señala que el liderazgo o la capacidad de liderar “no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común. Y, en lo que respecta a nuestro propio mundo interior, nada hay más esencial que poder reconocer nuestros sentimientos más profundos y saber lo que tenemos que hacer para estar más satisfechos con nuestro trabajo.”

De esta manera, el psicólogo estadounidense considera que el éxito de las personas en una organización “no depende sólo de sus habilidades o de su inteligencia medida como coeficiente intelectual (IQ), sino del manejo de las emociones y las relaciones interpersonales, que conforman el coeficiente emocional (EQ). De hecho, el desarrollo de la inteligencia emocional explicaría por qué muchas veces personas inteligentes fracasan, en tanto otras progresan”.

Llegados a este punto, es importante destacar que lo que se controlan no son las emociones, sino que lo que se puede controlar es la manera de expresarlas.

En línea con estos conceptos, Fátima González Palau, licenciada en Psicología y Magister y Doctora en Neuropsicología, manifiesta que la gestión emocional en los equipos de trabajo es esencial para promover la toma de decisiones efectiva, mejorar la comunicación y la colaboración, crear un clima laboral positivo y fomentar la resiliencia emocional. Al comprender y regular las emociones, los equipos pueden maximizar su bienestar y alcanzar los resultados de manera más eficiente.

Pienza y su compromiso de expandir el talento

Proyectado como el primer emprendimiento para el desarrollo de la industria del conocimiento y la vida de las personas, el proyecto de GNI Pienza, Ecosistema Urbano del Conocimiento, promoverá la construcción de espacios que permitan desarrollar el máximo potencial de las personas y que contribuyan al bienestar común.

De esta manera, los inmuebles de Pienza destinados a áreas corporativas, redefinen la manera en que se desarrollan las actividades laborales, en un esquema colaborativos o co-working.

Conceptualmente, Pienza es un proyecto enfocado en el bienestar de las personas, convencidos de que se trata del factor que mayor impacto tiene en el desarrollo de negocios y comunidades en el mundo en la acelerada transformación que vivimos. Expandir el talento, desarrollar equipos de alto rendimiento e impulsar organizaciones de Córdoba hacia el mundo requieren inexorablemente de un ecosistema capaz de armonizar bienestar y productividad, elevando la calidad del trabajo de las personas.