El cuidado del cerebro y las emociones es la clave para construir un futuro laboral saludable y productivo

Las emociones son un aspecto natural de las personas. Bien es sabido que cumplen un papel fundamental en la toma de decisiones, en los procesos de comunicación, en la gestión de innovaciones, en acciones de liderazgos y hasta en los niveles de productividad.

La neurociencia, área científica encargada de estudiar el sistema nervioso y el funcionamiento del cerebro, evolucionó a pasos agigantados en los últimos años, demostrando la importancia de gestionar las emociones en los equipos de trabajo y canalizarlas hacia resultados positivos.

De allí derivó la inteligencia emocional, entendida como el conjunto de habilidades que nos permiten administrar nuestras propias emociones con el fin de reducir el estrés, ayudar a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, afrontar desafíos y reducir conflictos.

Para conocer más sobre la implicancia de la neurociencia y la gestión de las emociones en el ámbito laboral y de equipos de trabajo, dialogamos con Fátima González Palau, licenciada en Psicología y Magister y Doctora en Neuropsicología, quien disertó en el marco del 2º Foro de Bienestar y Productividad Laboral organizado por Pienza, sobre “Gestión del cerebro y las emociones para trabajar mejor”.

  • ¿Cómo ha sido la evolución y la incorporación de la neurociencia en los ámbitos corporativos o laborales?

La incorporación de la neurociencia en los ámbitos corporativos ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. La comprensión científica de cómo funciona el cerebro humano y cómo influye en múltiples aspectos laborales ha llevado a una mayor aplicación de los principios neurocientíficos en la gestión de recursos humanos, el liderazgo, el desarrollo de habilidades y el bienestar en el trabajo.

La neurociencia ha revelado que el cerebro humano es altamente maleable, lo que se conoce como plasticidad cerebral. Esto significa que el cerebro tiene la capacidad de cambiar y reorganizarse en respuesta a la experiencia y el aprendizaje. Esta comprensión ha llevado a un enfoque más centrado en el desarrollo de habilidades y el aprendizaje continuo en los entornos laborales. Hoy sabemos que a gestionar las emociones se aprende y que, por plasticidad cerebral, esto es posible en todas las etapas de la vida.

Además, la neurociencia ha demostrado que el estrés crónico puede tener un impacto negativo en el rendimiento y el bienestar organizacional. Esto ha llevado a un mayor énfasis en la implementación de estrategias para gestionar el estrés y promover un equilibrio saludable e integral.

  • ¿Por qué es importante la gestión emocional en los equipos de trabajo?

La gestión emocional en los equipos de trabajo es esencial para promover la toma de decisiones efectiva, mejorar la comunicación y la colaboración, crear un clima laboral positivo y fomentar la resiliencia emocional. Al comprender y regular las emociones, los equipos pueden maximizar su bienestar y alcanzar los resultados de manera más eficiente.

  • ¿Cuáles son los beneficios de gestionarlas o de incorporar esta forma de gestión en las organizaciones?

La incorporación de una forma de gestión emocional en las organizaciones puede ofrecer una serie de beneficios significativos. Algunos de ellos:

  • Mejora en la toma de decisiones: la gestión emocional reduce la influencia de las emociones negativas, como el miedo o el enojo, en la toma de decisiones, lo que conduce a elecciones más objetivas y fundamentadas.
  • Mejor colaboración y trabajo en equipo: la gestión emocional fomenta la comunicación abierta y constructiva entre los miembros del equipo. Al comprender y regular las emociones propias, se fortalece la empatía y se promueve una mayor colaboración y cohesión en el trabajo en equipo.
  • El aprendizaje de la gestión emocional en las organizaciones también influye en una mejor satisfacción y compromiso laboral, en el aumento de la productividad y en la retención del talento. Estos beneficios contribuyen a un entorno organizacional positivo y saludable.
  • ¿Qué herramientas o estrategias podrías recomendar para empezar a gestionar las emociones en los equipos de trabajo?

Dos herramientas muy útiles para la gestión emocional y respaldadas por las neurociencias son el mindfulness y la regulación emocional basada en terapia cognitiva conductual. Estudios han demostrado que la práctica regular de mindfulness puede ayudar a reducir la reactividad emocional y promover una mayor conciencia y aceptación de las emociones. Se ha observado que esta técnica fortalece la conectividad y la actividad en regiones cerebrales involucradas en el procesamiento emocional, como la amígdala y la corteza prefrontal. Implementar programas de entrenamiento en mindfulness en el lugar de trabajo puede ser sumamente útil para fomentar la gestión emocional y el bienestar de los colaboradores.

Asimismo, las estrategias psicológicas de regulación emocional basadas en terapia cognitiva conductual se basan en aprender a reinterpretar una situación emocionalmente desafiante. La reevaluación cognitiva ha demostrado tener un impacto positivo en la regulación emocional, disminuyendo la respuesta emocional negativa. Estudios neurocientíficos han revelado que esta estrategia también se asocia con cambios en la actividad de la amígdala y la corteza prefrontal, lo que sugiere una modulación de las respuestas emocionales.

El cuidado de nuestro cerebro y de nuestras emociones es la clave para construir juntos, empresas y colaboradores, un futuro laboral más saludable y productivo.