Las emociones y su impacto en el rendimiento de los equipos

El contexto de pandemia y pospandemia propició la expansión de nuevas modalidades de trabajo y la expansión de la tecnología en los entornos laborales. Pero, ello también implicó un mayor esfuerzo mental y emocional al experimentarse una necesidad continua de adaptación a los cambios tecnológicos, proyectos y equipos de trabajo.

De esta manera, también se incrementaron y complejizaron las interacciones personales muchas veces vinculadas con el hecho de trabajar con colaboradores de diferentes partes del mundo, con distintos idiomas, horarios o modalidades de organización.

En este aspecto, es que la gestión de las emociones y las habilidades blandas serán claves para mejorar el rendimiento y el bienestar en los entornos laborales o equipos de trabajo. Para ello, algunos especialistas sugieren:

  • Brindar a los colaboradores las herramientas necesarias para gestionar sus emociones, como formación en inteligencia emocional, mindfulness, autocontrol, etc., de manera que propiciar la estabilidad personal emocional y, por extensión, la estabilidad emocional del conjunto.
  • Analizar las emociones del grupo, como estrategia de autoanálisis.
  • Buscar un equilibrio interno y externo, de manera de armonizar y adaptarse a la situación.
  • Conocer el propio rol y el de los demás en un equipo.
  • Prestar atención a la diversidad emocional de los colaboradores, valorando la individualidad y la riqueza de los aportes diferentes.